5 Novelas de Escritoras Japonesas Contemporáneas

La cultura japonesa me fascina sobretodo por sus intensas contradicciones, la lucha entre las tradiciones ancestrales y la modernidad extrema, así cómo su delicadeza, su silencio y su introspección. Tienen una intensa conexión con la naturaleza y tambiénn con la comida. Enestas cinco novelas que te presento a continuación están estos temas, y también el tema de la soledad, intenso, pero esperanzador en muchos casos. Así como la busqueda de la identidad, en una sociedad con unas estrictas normas de conducta.

  1. Territorio de Luz

    de Yoko Tsushima (Tokio, 1947 - 2016)

    Año publicación: 1978

    Traducido por: Tana Oshima

    Edición: Impedimenta

    Num. Páginas: 193

    En esta novela sobre la maternidad, pero tambien sobre la busqueda de la propia identidad, la narradora, sin nombre, nos cuenta diferentes episodios de su vida a lo largo de un año de transición. El año que transcurre desde que su marido decide que quiere irse de casa, hasta que resuelven legalmente su separación.

    Pero en la separación también está el conflicto de con quién debe quedarse a vivir su hija de 3 años.

    A lo largo de los diferentes episodios que nos va relatando, vemos que ella, la mujer, la madre, la protagonista, la narradora, busca constantemente la luz. Por un lado literalmente, en su casa, y de manera más simbólica, como claridad y orden en su vida, en las cosas que quiere, en sus horarios, en su relación con su hija, en sus responsabilidades como madre, en su lugar en el mundo, ahora que ya no es “la mujer de …”.

Me di cuenta entonces de que aquella luz me estaba permitiendo, ya desde el primer momento, proteger a mi hija del gran cambio que acababa de producirse en su vida.
— Territorio de Luz (Yoko Tsushima)

Una historia aterradoramente sincera y valiente. La realidad, los sueños y los recuerdos se van entrelazando para mostrarnos su confusión en un momento complicado de transición. Y cómo ella intenta entender, descifrar, ordenar su vida, su pasado, y decidir lo que quiere ahora, en esta nueva etapa. Tiene que redefinirse, reinventarse a sí misma, pero mientras tanto tiene a su cargo a una niña pequeña, que no entiende lo que pasa, pero que tiene tambien sus necesidades.

Está la desesperación de ser madre y de no poder estar siempre a la altura… a la altura de un estándar imposible, que consiste en ser una madre perfecta, sabiendo siempre que hacer y que es lo mejor para tu hija en cada momento. Pero la realidad no así, para nadie. Y nuestra narradora se sincera con nosotros en sus momentos mas oscuros, en los que no solo no hace lo mejor para su hija, si no que no es capaz de cuidar de si misma tampoco.

Por supuesto, no todo es oscuridad y confusión, también hay momento brillantes, llenos de alegría y de luz.

Una fascinante exploración sobre la maternidad y sobre la redefinición de la propia identidad en las diferentes etapas por las que pasamos en la vida.

2. Kitchen

de Banana Yoshimoto (Tokio, 1964)

Año publicación: 1987

Traducido por: Junichi Matsuura y Lourdes Porta

Edición: Maxi Tus Quests

Num. Páginas: 143

Mikage, una chica joven, se queda sin familia. Su abuela, la ultima de su familia, y con quien ella vivía, fallece. Inesperadamente entabla amistad con un chico, Yuichi, que vive con su madre. Ellos acogen a Mikage como una mas de la familia, y le ofrecen compañía y un sitio donde vivir.

Una historia sobre la soledad, pero también sobre el amor y la amistad, y sobre la pertenencia a algo mas grande que uno mismo… a una familia, a un grupo de amigos, a una sociedad…

Una historia triste, pero llena de esperanza, que se cuestiona constantemente si realmente nosotros tenemos algún poder de decisión sobre nuestro destino, o simplemente somos arrollados y llevados por él, independientemente de lo que hagamos o dejemos de hacer.

La comida es una parte fundamental de esta historia, que nos lleva de un momento al siguiente, y está constantemente presente.

Las personas creen que hay muchos caminos y que pueden elegir el suyo libremente.
Quizas fuese mas acertado decir que sueñan libremente con el momento de elegirlo. Yo tambien pensaba así. Pero en aquel instante pude comprenderlo. Lo supe, y tomó forma de palabras: “El camino está siempre marcado, pero no en un sentido fatalista. Cada instante, con la respiración, con la mirada, y con los días que se repiten, uno tras otro, se va decidiendo espontáneamente.”
— Kitchen (Banana Yoshimoto)

3. El cielo es azul, la tierra blanca

de Hiromi Kawakami (Tokio, 1958)

Año publicación: 2001 (?)

Traducido por: Marina Bornas Montaña

Edición: De Bolsillo

Num. Páginas: 211

Esta historia es también sobre la soledad, uno de los grandes temas de la literatura japonesa. Pero también es una historia sobre el aprender a estar solo, y quererse a si mismo, antes de recurrir a los demas para ello.

Es una historia lenta, muy lenta. Se suceden escenas de la vida cotidiana, de los encuentros, casi siempre, casuales entre Tsukiko, que ya tiene casi 40 años, y un antiguo maestro de escuela, que es casi 30 años mayor que ella.

La comida aquí tambien hace de hilo conductor, casi siempre los encuentros entre los dos son para comer. El sake siempre acompaña.

Poco a poco su relación se va transformando en amistad, y después, muy poco a poco también, en algo mas… mientras cada uno de ellos lucha independientemente contra sus propios prejuicios, sobre como debería ser la vida y el amor.

Los pequeños brotes recién nacidos habían dado lugar a un follaje exuberante. El maestro y yo caminamos despacio, bajo el mismo paraguas. De vez en cuando, su brazo rozaba mi hombro accidentalmente.
— El cielo es azul, la tierra blanca (Hiromi Kawakami)

4. Ella en la otra orilla

de Mitsuyo Kakuta (Yokohama, 1967)

Año publicación: 2004

Traducido por: Yoko Ogihara y Fernando Cordobés

Edición: Galaxia Gutenberg

Num. Páginas: 219

Dos historias se entrelazan en esta novela, donde la soledad y la búsqueda de la identidad y de la pertenencia son también los grandes temas conductores… en una sociedad con unas estrictas normas sobre como deben ser las cosas. Cómo debe ser el instituto, cómo debe ser la amistad, cómo debe ser la maternidad… y tiene predefinidos cuáles son los cánones del éxito, personal y profesional.

Por un lado, Sayoko, una joven madre, que dejó su trabajo para cuidar de su hija, empieza a cuestionarse si eso fue una buena decisión. No termina de sentirse cómoda en el mundo de las madres plenamente dedicadas a sus hijos, siente que no encaja. Así que decide buscar trabajo, y casualmente lo encuentra en una pequeña empresa dirigida por una mujer de su misma edad, con la que además fue a la misma universidad. Ambas ahora tienen vidas completamente diferentes.

Sentía como si una parte de ella misma se quedara atrás, como si desde la ventana del coche viera a la mujer de antes, la que si se despertaba por la mañana y veía que llovía se sentía aliviada al no tener que ir al parque, y al instante siguiente se sentía culpable por ello.
— Ella en la otra orilla (Mitsuyo Kakuta)

Por otro lado, Aio, una chica adolescente, que tiene que cambiarse de instituto, porque en el anterior sus compañeras le hacían la vida imposible. Tiene miedo de que vuelva a sucederle lo mismo, de que a las chicas nuevas tampoco les caiga bien, y vuelva a repetirse su horrible experiencia. Pero esta vez conoce a Nanako, una chica fuera de los grupos cerrados del instituto, y fuera de los estándares y reglas, que vive una vida aparentemente perfecta de libertad y despreocupación. Esa fuerza y esa independencia atraen a Aio, y ambas consiguen conectar y complementarse de manera perfecta.

Aoi no sabía cuándo había entrado a formar parte del grupo de las chicas normales. Ninguna de ellas tenia una personalidad fuerte o destacada. El grupo se formó por el mero hecho de se sentaban cerca, aunque si compartían el miedo a estar solas.
— Ella en la otra orilla (Mitsuyo Kakuta)

5. El jardín de la primavera

de Tomoka Shibasaki (Osaka, 1973)

Año publicación: 2014

Traducido por: Madoka Hatakeyama

Edición: Quaterni

Num. Páginas: 143


Taro vive en un apartamento en un bloque muy antiguo, que estan a punto de derruir. Desde que se mudó alli, hace ya tres años, después de su divorcio, ha pensado en que le gustaría mudarse, pero le daba pereza, así que no lo ha hecho. En el edificio ya sólo quedan otros dos apartamentos ocupados, los demás inquilinos ya se han mudado, ya que quedan unos pocos meses para el derribo.

Mientras observaba las nubes, Taro se imaginó caminando sobre ellas, como siempre. Despues de andar durante mucho, mucho tiempo, finalmente llegaría al lugar donde terminaban las nubes.
— El jardín de la Primavera (Tomoka Shibasaki)

Su vida transcurre de la manera más anodina posible. Va a trabajar, a un trabajo que tambien iba a ser temporal, pero que tampoco ha hecho nada por cambiar.

Parece que vive en un extraño limbo en el que el tiempo no pasa, pero es sólo una ilusión, porque todo lo de a su alrededor va cambiando… aunque a él le da igual, simplemente se deja llevar.

Una historia sobre la soledad, de nuevo, sobre la búsqueda de propósito en la vida, y sobre las dificultades de la vida en la gran ciudad. Contada de una manera sutil, aparentemente sencilla, pero llena de significados, matices y capas. Una historia en la que no pasa mucho, no pasa nada en realidad, simplemente vemos como la vida se desliza alrededor de Taro, quién parece no darse cuenta o más bien a quién parece no importarle en absoluto.

El resto de personajes también son fascinantes, cada uno a su manera. Su vecina, de la que no sabe ni cómo se llama, pero siente curiosidad por ella. Ella, la misteriosa vecina, con quién entabla una especie de amistad extraña, está obsesionada con una de las casas del barrio. Una casa azul, con un hermoso jardín, que al parecer perteneció a una pareja famosa, y sobre la que publicaron un libro de fotografías, que ella ahora tiene y venera. Ahora lo único que queiere es poder entrar en la casa y verla por dentro, con sus propios ojos, y no solo a través de las fotografías.

Esta historia me hizo reflexionar sobre mi propia vida, y en hasta que punto nos dejamos llevar por las circunstancias, y entonces la vida simplemente va pasando por nosotros…

 
El tiempo, que parecía haberse detenido mientras la casa estuvo vacía, volvió a correr. (…) Pensó que siempre podría observarla en las fotografías del libro, pero parecía que la casa había empezado a adquirir voluntad propia.
— El jardín de la Primavera (Tomoka Shibasaki)
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